Hay platos que parecen complicados y en realidad no lo son
nada. Este es uno de ellos.
La ventaja de este en concreto es que puedes tener la salsa
preparada incluso del día anterior y en el último momento, mientras se hace la
carne, calentar dicha salsa y os digo que en pocos minutos lo tenéis a punto.
Salsa de vino y
unas castañas para acompañar ese solomillo de cerdo que se hace en la
plancha.
Preparación ideal para llevarla a la mesa un día de celebración, queda espectacular, es sabroso y lo dicho, no es tan difícil como aparenta.
Preparación ideal para llevarla a la mesa un día de celebración, queda espectacular, es sabroso y lo dicho, no es tan difícil como aparenta.
8 cortes de solomillo de cerdo
1 cebolla
250 cc. de vino tinto
250 cc de caldo
1 c/p colmada de harina de maíz o maicena
1 c/s de mantequilla
150-200 gr. de castañas cocidas
1 c/s rasa de azúcar
Sal, pimienta negra
Aceite de oliva virgen extra
** El vino que sea de calidad, la salsa será más buena
** Al pochar la cebolla si veis que se os tuesta demasiado y no está blanda, añadir un poco de agua, esto hará que no se queme y que se termine de cocer.
** Las castañas ya las comercializan así cocidas y repeladas, pero si las queréis hacer en casa, se les hace un corte en la piel y se hierven durante unos 20 minutos, entibiar, quitar las dos pieles y añadirlas al cazo en el mismo momento en que se añade el vino.
** c/p = cuchara de postre
** c/s = cuchara sopera
Celíacos: aseguraros bien de que todos los ingredientes sean sin gluten.
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