¿No os ha ocurrido nunca que después de estar todo el día o la tarde
fuera de casa, llegas a las tantas, no tienes cena hecha y te apetece comer
algo caliente, sencillo pero rico para poder relajarte y poner el cuerpo a tono?
Pues eso es lo que me pasó a mi el otro día, y
para más inri apenas tenía nada en la
nevera, así que… vi el caldo de cebolla y el cielo abierto.
Ingredientes
para una persona:
3 rebanaditas de pan
1 huevo
250 cc. de caldo de cebolla
Escamas de sal negra
Cebollino
Tostar las rebanadas de pan, mientras calentar
el caldo, separar la yema de la clara del huevo.
Calentar el caldo de cebolla.
En el plato de servir poner las rebanadas de
pan, verter un poco de caldo de cebolla para que se empapen, esperar unos
segundos.
Poner la yema en el centro, verter encima una cucharada del caldo bien caliente y
luego por el lateral, la cantidad a vuestro gusto.
Añadir unas escamas de sal negra y servir con
un poco de cebollino.
NOTA: El caldo empleado es Caldo de cebolla de Aneto
** La clara del huevo se puede congelar para
emplearla en otra elaboración.
** El pan puede emplearse uno que esté seco o
del día anterior.
La verdad qué un buen caldo y pocos ingredientes nos ofrecen un plato bien rico. Un abrazo
ResponderEliminarPues llevas razón, en un "plis plas" te has hecho este plato, que cuando se llega con hambre y frío es bien agradecido.
ResponderEliminarCon poco se puede hacer un buen plato, y si encima reconforta pues mejor que mejor.
ResponderEliminarGracias por comentar.
petons