Remena’m la cirera

La traducción literal sería remuéveme la cereza y con este nombre se celebra en Llers, cerca de Figueres (Girona), una jornada gastronómica cuyo protagonista es la cereza del Empordà.

Pero mejor os cuento desde el principio.

Fui invitada el día 26 de mayo  a esta jornada gastronómica por  “Lacuina del vent” (aquí)  que es un colectivo gastronómico, con 10 años de andadura,  perteneciente a la Asociación de Hostelería del Alt Ampurdà (Girona) y que quiere reivindicar la cereza del Empordà, pidiendo que se le conceda el nombre de “Marca de garantía” como otros ingredientes de esta comarca, como son  el Arroz de Pals, la botifarra dolça, els brunyols de l’Empordà, la  Gamba de Palamós, …  

El día amaneció con lluvia y hubo cambio de planes, no se pudieron ir a recoger las cerezas directamente del árbol pero si se mantuvo el desayuno y el poder degustarlas.

Os aconsejo encarecidamente que las probéis, dulces, grandes, con sabor, .. exquisitas, además no solo se pueden comer solas, sino que se pueden hacer muchas y variadas elaboraciones con ellas. (aquí) . 

Los productos de la zona y de gran calidad son los que debemos de consumir.

A continuación hubo una mesa redonda de la que formé parte donde se habló de la calidad, cultivo, zona, consumo … y donde se expuso el interés por conseguir el certificado de Marca de garantía  para las cerezas de esta zona de Llers.

Tuvo lugar una degustación de platos elaborados por restaurantes pertenecientes a varios colectivos gastronómicos,  con el ingrediente estrella, la cereza del Empordà.

Platos como:  coctail de cerezas y cava rosado,  delicia de foie con almendras y cerezas, gratinado de cerezas,  gazpacho de cerezas con anchoas, salmón marinado con carpaccio de cerezas, brownie de chocolate blanco con cerezas, …. gran variedad, algunos originales, otros sencillos, pero todos ellos sabrosos mostrando las posibilidades que nos puede ofrecer ese fruto rojo.

El punto final fue la comida, un arroz realizado  para unos 150 comensales,  por la Colla del Rantxo de Llança.

Agradecer a la Cuina del vent su invitación,  así como a Joan e Isabel por sus atenciones  que hicieron que me sintiera entre amigos.