En ocasiones es necesario añadir un poco de
“vidilla” a ciertos platos, ya sea ensaladas, pizzas, carnes e incluso sopas.
Esto se soluciona con un aceite picante.
No es nada complicado de hacer, claro que no, todo es ponerse, en ocasiones la pereza nos puede y es tan sencillo que solo necesitamos como mínimo tres ingredientes.
Os cuento.
Ingredientes:
300 cc. de aceite de oliva virgen extra
4 guindillas
2 dientes de ajo
En un recipiente oscuro de boca ancha
introducir los ajos pelados y aplastados con un golpe dado con la hoja, plana,
del cuchillo.
Cortar las guindillas en dos, introducirlas
también.
Rellenar con 300 cc. de aceite de oliva virgen
extra y guardar, cerrado, en un lugar seco y oscuro al menos 10 días.
NOTA: Siii, ya sé que veis un recipiente
transparente, pero lo he hecho para que se vea el contenido, en cuanto he
podido lo he trasladado a un recipiente oscuro.
** Se golpea el diente de ajo pelado para que quede un poco aplastado y saga su esencia y sabor.
** Se puede hacer la cantidad que se desee, estas son más o menos las proporciones con ajo y guindilla.
** Este es un aceite picante básico, a partir de ahí se le puede añadir lo que queráis, por ejemplo: granos de pimienta, laurel, romero, …
Celíacos: aseguraros bien d que todos los ingredientes sean sin gluten.
No es nada complicado de hacer, claro que no, todo es ponerse, en ocasiones la pereza nos puede y es tan sencillo que solo necesitamos como mínimo tres ingredientes.
Os cuento.
300 cc. de aceite de oliva virgen extra
4 guindillas
2 dientes de ajo
** Se golpea el diente de ajo pelado para que quede un poco aplastado y saga su esencia y sabor.
** Se puede hacer la cantidad que se desee, estas son más o menos las proporciones con ajo y guindilla.
** Este es un aceite picante básico, a partir de ahí se le puede añadir lo que queráis, por ejemplo: granos de pimienta, laurel, romero, …
Celíacos: aseguraros bien d que todos los ingredientes sean sin gluten.
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