Hace unos años fui a pasar unos días con mi hija, que por aquel entonces residía en Roma.
Las visitas culturales no podían faltar y las gastronómicas,
menos.
Un restaurante de los varios que fuimos era Da Enzo, recomendado por un amigo mío virtual veneciano, nos aconsejo pedir cualquier plato de pasta y unas alcachofas.
Te traen una solo, pero que alcachofa, no por el tamaño sino que la encontré deliciosa a más no poder.
Cuando ella, mi hija, no podía estar conmigo, normalmente por las
mañanas, me recomendaba lugares para visitar, luego ya quedábamos para comer.
Una de esas recomendaciones fue el Campo di Fiori, una plaza
en que además de ser una exposición de flores, había también puestos de
mercados de verduras, especies, ….
Y precisamente en uno de estos puestos tenían la receta (en un folio plastificado con foto y elaboración) colgada en la parada.
Pedí permiso, me comentaron que la forma de hacerla es de estilo judío romano, hice foto y me la guardé.
Una vez traducida, manos a la obra y os aseguro que la
tenéis que probar si os gustan las alcachofas,
crujiente, distinta.
Un restaurante de los varios que fuimos era Da Enzo, recomendado por un amigo mío virtual veneciano, nos aconsejo pedir cualquier plato de pasta y unas alcachofas.
Te traen una solo, pero que alcachofa, no por el tamaño sino que la encontré deliciosa a más no poder.
Y precisamente en uno de estos puestos tenían la receta (en un folio plastificado con foto y elaboración) colgada en la parada.
Pedí permiso, me comentaron que la forma de hacerla es de estilo judío romano, hice foto y me la guardé.
Ingredientes por
persona:
Una alcachofa grande y prieta
½ limón
Sal, pimienta negra
Aceite de oliva virgen extra
Quitar algunas hojas exteriores y duras de la alcachofa.
Una alcachofa grande y prieta
½ limón
Sal, pimienta negra
Aceite de oliva virgen extra
Con un cuchillo afilado o unas tijeras, cortar la parte superior de las demás hojas, empezando por las exteriores, dejarlas más bajas e ir escalonando el corte.
Al llegar a la mitad aproximadamente, cortar toda la parte superior por igual.
Pelar y recortar el tallo, que quede de unos 4-5 cm. de largo y untar todos los cortes con el medio limón.
Poner sal y pimienta en el centro de la alcachofa.
En un cazo con abundante aceite caliente que las cubra,
poner las alcachofas y confitar a fuego
bajo-medio durante unos 10 minutos. La temperatura del aceite que sea de unos
150º.
Sacar del aceite, escurrir, entibiar o enfriar y luego con
el dedo pulgar ir abriendo y separando las hojas de la alcachofa, ha de quedar
bien abierta. Salpimentar.
Dejarlas con el tallo para arriba en un plato.
Calentar de nuevo el aceite, cuando esté bien caliente
introducir de nuevo las alcachofas,
(tallo arriba), hacer una ligera presión con cualquier utensilio de cocina y a
los 2-3 minutos, cuando estén las hojas bien doradas y crujientes, sacar,
escurrir de nuevo, salpimentar si se desea antes de servir.
NOTA: Mejor
emplear alcachofas, con un poco de
tallo, de buen tamaño y prietas, de lo contrario se queda en poca cosa una vez
cocinada.
** Para la primera cocción de la alcachofa es mejor poder controlar la temperatura con algún tipo de termómetro de cocina, sino, pues fuego suave, que no hierva el aceite y que se vaya confitando.
** Han de confitarse bien por todos lados por eso es importante que el aceite las cubra por completo.
** Las alcachofas pueden escurrirse sobre papel de cocina o bien ponerlas en un colador de malla fina, y este encima de un recipiente, así se puede recuperar parte del aceite.
** Al freír las alcachofas con el tallo hacia arriba, mejor hacer una ligera presión con unas pinzas, o una cuchara de cocina, ya que las alcachofas tienden a flotar.
** El aceite utilizado es mucho, pero se puede reutilizar al ser de oliva virgen extra,
** No os limitéis a hacer una sola alcachofa, mejor hacer varias a la vez.
Celíacos: aseguraros bien de que todos los ingredientes sean sin gluten.
Pelar y recortar el tallo, que quede de unos 4-5 cm. de largo y untar todos los cortes con el medio limón.
Poner sal y pimienta en el centro de la alcachofa.
Dejarlas con el tallo para arriba en un plato.
** Para la primera cocción de la alcachofa es mejor poder controlar la temperatura con algún tipo de termómetro de cocina, sino, pues fuego suave, que no hierva el aceite y que se vaya confitando.
** Han de confitarse bien por todos lados por eso es importante que el aceite las cubra por completo.
** Las alcachofas pueden escurrirse sobre papel de cocina o bien ponerlas en un colador de malla fina, y este encima de un recipiente, así se puede recuperar parte del aceite.
** Al freír las alcachofas con el tallo hacia arriba, mejor hacer una ligera presión con unas pinzas, o una cuchara de cocina, ya que las alcachofas tienden a flotar.
** El aceite utilizado es mucho, pero se puede reutilizar al ser de oliva virgen extra,
** No os limitéis a hacer una sola alcachofa, mejor hacer varias a la vez.
Celíacos: aseguraros bien de que todos los ingredientes sean sin gluten.
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