Ese postre surgió de la necesidad, si.
Venían invitados a casa un domingo, decisión de última hora y no sabía qué hacer de postre.
Lo que solemos hacer todos: abrir nevera, despensa, todo,
para ver que se puede improvisar.
Me encontré con un par de croissants que no se habían consumido en el desayuno y para el día siguiente ya no estarían tan tiernos.
Venían invitados a casa un domingo, decisión de última hora y no sabía qué hacer de postre.
Me encontré con un par de croissants que no se habían consumido en el desayuno y para el día siguiente ya no estarían tan tiernos.
Como tenía huevos, leche y azúcar pues me decidí por un budín, sencillo, se prepara en poco, el resto lo hace el horno y para decorar, por suerte tenía frutos rojos, así que … problema solucionado.
2 croissants
5 huevos grandes
700 cc. de leche
5 c/s colmadas de azúcar
Caramelo líquido
Poner la leche junto con los croissants troceados para que se reblandezcan.
Batir los huevos con el azúcar, hasta que blanqueen, unos 6 minutos.
Incorporar la leche con los croissants, mezclar y verter en un molde al que se habrá puesto un poco de caramelo líquido repartido por todos lados.
Cocer en horno precalentado a 180 grados, al baño maría, durante unos 40 -45 minutos.
Dejar templar, reservar en nevera y antes de servir desmoldar y decorar con frutos rojos y hojas de menta.
NOTA: Este es un postre socorrido ya que puede hacerse con otra bollería, mejor casera.
** Lo mismo que la decoración, puede hacerse con frutos, chocolate, nata, …
** c/s = cuchara sopera
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