Hay cortes de cordero que no empleamos casi nunca, uno de ellos es el cuello, o collares.
Le estoy encontrando diversas salidas, ya sea
en forma de timbal con guisantes (aquí) empanado como el de hoy , deshuesado
y enrollado… a pesar de no ser muy vistoso si tiene sabor, por eso creo que es
apto para cualquier cocción.
Ingredientes
para 4-5 personas:
1 cuello deshuesado de cordero
2-3 c/s de harina
2 huevos
3-4 c/s de pan rallado
3 patatas medianas
1 pimiento rojo
1 pimiento verde carnoso
3-4 c/s de tomate frito (aquí)
Sal, pimienta negra
Aceite de oliva virgen extra
Pedir al carnicero que deshuese el cuello y os
separe en dos piezas de carne a las que se quitará restos de grasa y se dejará lo
más plano posible.
Cortar esa carne en tiras, salpimentar, pasarlas por harina, huevo batido y pan
rallado. Reservar.
Elaborar la guarnición, para ello cortar las
patatas a lascas y los pimientos a trozos similares a las patatas.
Ponerlo todo junto en una sartén con un poco de caliente y dejarlo freír hasta que quede bien cocinado, unos 20 minutos.
Añadir el tomate frito y dejar unos minutos para que se hermanen todos los sabores.
Ponerlo todo junto en una sartén con un poco de caliente y dejarlo freír hasta que quede bien cocinado, unos 20 minutos.
Añadir el tomate frito y dejar unos minutos para que se hermanen todos los sabores.
Freír las tiras de cordero por ambos lados,
dejar reposar encima de papel de cocina para que absorba el exceso de aceite y
servir con la guarnición de patatas y pimientos.
NOTA: El hueso del cuello se puede
congelar para emplear luego en la elaboración de caldo.
** Una
vez empanado el cordero se puede
congelar (siempre y cuando no haya estado congelado antes), así tendremos
trabajo adelantado ya que será descongelar y freír.
** La guarnición podéis verla también aquí
** c/s = cuchara sopera
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