Hay que seguir con las tradiciones, entre ellas la del
viernes santo y el comer potaje de vigilia.
Ya publiqué la típica Cazuela de garbanzos, bacalao y alcachofas de Viernes Santo (aquí) en esta ocasión traigo una variante sin alcachofas y con albóndigas, deliciosa a más no poder.
Ya publiqué la típica Cazuela de garbanzos, bacalao y alcachofas de Viernes Santo (aquí) en esta ocasión traigo una variante sin alcachofas y con albóndigas, deliciosa a más no poder.
Os aconsejo que la probéis pues estoy segura de que la volveréis a hacer.
400-500 gr de garbanzos cocidos
6 huevos de codorniz
½ pimiento rojo
1 cebolla
1 l. de caldo de pescado
150 gr de espinacas
200 gr. de bacalao desalado
2 dientes de ajo
1 rebanada de pan del dia anterior
50 cc. de leche
Harina
1 huevo
Unos piñones
Pimentón, perejil, pimienta negra, sal
Aceite de oliva virgen extra
Incorporar al pan, el bacalao desmenuzado, el huevo batido, unos piñones troceados, perejil y 1 diente de ajo picados, pizca de sal y mezclar bien.
Formar las albóndigas y pasarlas por harina.
En una cazuela o similar, con un poco de aceite, dorar las albóndigas. Reservar.
Incorporar el pimiento cortado en juliana, pasados unos 7-8 minutos incorporar el caldo caliente, los garbanzos escurridos y cocinar unos 6-7 minutos.
** Juliana es el corte alargado, en este caso tirando a fino.
** El tiempo de permanencia de las espinacas en el microondas depende de la potencia de este.
** Se puede preparar con anterioridad, añadir los huevos y el pimentó a última hora.
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