En casa nos gusta el conejo a tres y los
caracoles solo a dos, así que un par de veces al año nos permitimos el
capricho de comer ese delicioso guiso encebollado en que es imprescindible
tener pan al lado.
Si sobra, que eso pasa en contadísimas
ocasiones, hago un arroz a la cazuela con esos restos que no se si es más bueno
si este plato o el del arroz.
Ingredientes para 4 personas:
1 Conejo troceado
300-350 gr.
de caracoles
4-5 cebollas
Un chorrito
de coñac
200cc. de
caldo de verduras
Sal,
pimienta negra
perejil
Limpiar y
cocer los caracoles como os muestro aquí
En una
cazuela con un poco de aceite dorar el conejo. Reservar.
Limpiar y
cortar las cebollas en juliana, a tiras largas, poner en la cazuela con un poco
de sal y pochar unos 10 minutos.
Añadir el
conejo reservado, verter el coñac, flambear y una vez apagada la llama añadir
los caracoles y el caldo. Salpimentar.
Tapar la
cazuela y dejar que se haga el guiso durante una hora más o menos.
Rectificar
de sal y repartir un poco de perejil por encima.
NOTA: Es un guiso sencillo, que el sabor lo aporta en gran medida la cebolla.
** Las
cebollas que sean hermosas.
** Cortar en
juliana es hacerlo a láminas, así que partimos la cebolla por la mitad y
procedemos a hacer esas tiras finitas.
** En lugar
de caldo de verduras se puede preparar
un caldo con algún trozo de conejo, una zanahoria y una cebolla.
** Los caracoles así quedan suaves y tiernos.
** Mejor si
el guiso reposa unas horas.
Celíacos: Aseguraros bien de que todos los
ingredientes sean sin gluten.
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